domingo, 13 de abril de 2014

Seis horizontes


Dice el informe del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad de la República de Chile que: “(…) aquello que llamamos innovación es, antes que todo, la emergencia histórica de nuevas prácticas que modifican o desplazan a otras ya existentes y que se encarnan en artefactos o en maneras de relacionarnos u organizarnos. (…)” se este planteamiento es correcto, debemos ser, como bien anota el informe, “surfeadores de la historia”, con el fin de identificar y combinar diferentes aspectos de la realidad para crear nuevas prácticas que transformen nuestra realidad y anticipen el futuro que queremos.

 
Para lograr “surfear en la historia” es preciso navegar e identificar las olas de las posibilidades, como las denomina el reporte. Dichas olas definen “seis horizontes temporales que están constantemente operando y cruzándose en nuestra realidad (…)”, los cuales pueden ser leídos bien como el “resultado de años de estudio y trabajo” o como “el comienzo del camino en ámbitos completamente diferentes”.

 
El primer horizonte es el de “(…) los productos maduros que ya tienen su lugar en el mercado, que generan flujos de caja y ganancias, y por ello las preocupaciones de la mayoría de los ejecutivos y empleados de la empresa tienden a quedar confinadas a la maximización de los retornos económicos. (…)”, estos muestran la evolución de una práctica conocida, que si no evoluciona y se renueva, pronto será presa de la inercia, y lo que era valioso y estándar, será una carga pesada y problemática que genera rezago frente a la competencia.

 
El segundo horizonte habla sobre “abrir mercados para nuevas ofertas”, es decir allí donde se “cristalizan los avances y se desarrollan los productos y servicios que abren espacios definitivos en mercados no existentes.” Esto es la revelación de oportunidades para generar procesos disruptivos que transformen el statu quo vigente y movilice nuevas opciones y actores que antes no existían y que ahora forman parte del nuevo juego creado por los nuevos desarrollos.

 
El tercer horizonte nos presenta el “desarrollo de prototipos y soluciones especialmente diseñadas”, donde la acción del interés empresarial, los mercados y los clientes, se hace manifiesto. Esta situación plantea retos en el mediano y largo plazo, sobre temas emergentes propios de las industrias que exigen inversión e investigación especializada, que permita explorar nuevas posibilidades que generen un panorama promisorio respecto de los resultados que se prevean en esta exploración.

 
El cuarto horizonte nos dice sobre “la búsqueda de aplicaciones más concretas para aquellos principios descubiertos en la investigación”, es decir con los desarrollos actuales y teorías fundadas, buscar aplicaciones prácticas de los mismos que nos permitan experimentar y proponer alternativas diferentes sobre problemas conocidos o desconocidos. El reto en este horizonte es explorar constantemente sobre el uso real y específico de los ya desarrollado y que aparentemente no es clara su aplicación concreta.

 
El quinto horizonte habla de la “ciencia básica” que no es otra cosa que los centros de investigación consolidados, donde se requiere una inyección permanente de recursos y continuidad en los mismos, con el fin de construir los instrumentos requeridos para transformar el estado actual de la ciencia. Este horizonte, nos permite mantener la llama de la investigación y formulación permanente como faro encendido que cuestiona lo que conocemos y nos permite mirar más allá de lo que escapa a nuestra vista.

 
El sexto horizonte que se denomina “fulgor”, que es aquel “donde está ocurriendo el futuro y donde se empiezan a acumular el conocimiento y las prácticas que darán paso después a nuevas tecnologías”. Esta realidad, es la que demanda una especial habilidad de convergencia y conexión de diversos saberes y conocimientos sintonizados alrededor de una experiencia, que lo que hace es transformar aquello que conocemos y define una nueva forma de hacer las cosas.

 
Bien anota el estudio que usando de manera integral los seis horizontes y combinándolos al mismo tiempo, es posible identificar aquellas nuevas prácticas que definen una forma novedosa de hacer las cosas, no por esfuerzos aislados y sectoriales, sino por distinciones cruzadas y surgidas de diferentes dominios que revelen ese horizonte de “fulgor”, que nos capacita para hacer efectivo el reto que tenemos como seres humanos: ser luz en medio de la oscuridad y fuego transformador que nos libera de la mediocridad.

 
El Editor.

 
Referencia
CONSEJO NACIONAL DE INNOVACIÓN PARA LA COMPETITIVIDAD (2013) Orientaciones estratégicas. Surfeando hacia el futuro. Chile en el horizonte 2025. Disponible en: http://www.cnic.cl/images/comunicacionescnic/Orientaciones_Estrategicas/orientaciones_estrategicas.pdf (Consultado: 13-04-2014)

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