domingo, 8 de diciembre de 2013

Los próximos 30 años

Revisando el libro de Álvaro González-Alorda, “Los próximos 30 años”, es importante mantener el foco y la energía, en aquello que nos motiva, nos eleva y transforma. El autor citando a Bertrand Russell, afirma: “Cuando un hombre sabe a dónde va, el mundo entero se aparta para darle paso”, una expresión que habla sobre nuestra capacidad de enfocarnos y ensanchar todo lo que tocamos para lograr y materializar nuestros sueños.
 
De acuerdo con el autor, los próximos 30 años serán de transformaciones y retos interesantes para los profesionales y todos aquellos que quieran ser protagonistas de su propio futuro. No habrá espacio para aquellos que se queden en la mitad o para los que se encuentren en su zona cómoda, toda vez que la revolución en la que estamos les exigirá lo mejor de ellos para superar los desafíos que están por venir.
 
La vida como la conocemos estará marcada por un fuerte influjo digital, que nos demandará mayor disciplina y selectividad en un mundo lleno de información y sobre carga de datos. No es posible sobrevivir a una era de redes interconectadas, contenidos digitales masivos y redes sociales intensivas sin una disciplina personal para mantener el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu requerido para superar las vicisitudes del entorno.
 
Los próximos 30 años debemos mantener y cultivar una energía intelectual y vital arrolladora para comprender las variaciones disruptivas que están por venir y tener la capacidad para anticiparse y posicionarse en un sitio privilegiado, que nos permita combinar nuestra hambre de logro con el balance familiar requerido, para encontrarnos con nosotros mismos y los demás.
 
Si revisamos las tendencias actuales y la evolución acelerada de las tecnologías de información y los servicios de información, cada vez más se privilegia la comunicación asincrónica, de mensajes y recados electrónicos, que lesiona las relaciones cara a cara generando distancias entre las personas, aumentando la brecha emocional y de contacto, tan necesaria para reforzar y enriquecer relaciones con vocación transcendente entre los seres humanos.
 
En los próximos 30 años debemos aunar esfuerzos para catalizar compromisos y organizar equipos humanos para hacer realidad visiones de futuro, que inspiren a muchos otros para crear grandeza, logro y transformación más allá de lo que hemos conocido. Somos una generación privilegiada llena de determinación y pasión para hacer que las cosas pasen y no podemos evadir nuestra responsabilidad para lograr llevar la humanidad a su siguiente nivel de evolución.
 
Iniciar nuestro viaje a los próximos 30 años, requiere la firme convicción de que podemos construir un futuro lleno de oportunidades para todos y alcanzar la maestría de nuestros talentos, como fundamento de la audacia, sensatez e inspiración requerida para lanzarnos a explorar la ventana del mañana, donde el presente es la puerta de entrada para sincronizar nuestros sueños con la generosidad del universo presente en todo cuanto vemos, experimentamos y sentimos.
 
El Editor
 
Referencia
GONZÁLEZ-ALORDA, A. (2012) Los próximos 30 años. 9ª Edición. Editorial Alienta

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