domingo, 10 de noviembre de 2013

Creatividad. Laboratorio de madurez

Afirma William Poundstone en su libro “¿Eres lo bastante inteligente como para trabajar en Google?”, “Uno de los misterios de la creatividad que se cita frecuentemente es que las ideas revolucionarias suelen proceder de los no expertos con una perspectiva externa.” Más adelante en otro capítulo declara: “las personas denominadas creativas son aquellas que no se aburren, o las que están motivadas para perseverar …”.
 
Revisar estas dos afirmaciones nos pone de manifiesto que la creatividad, ese proceso de retirar nuestras propias autorestricciones, que requiere una mente desprevenida, sin limitaciones, sin prejuicios y lo más importante, abierta para imaginar. Es un ejercicio, para dejarnos sorprender y experimentar aquello que, sin pretensiones, nos permite ver una cara nueva de la realidad.
 
Los creativos bien anota Poundstone, no se aburren, permanecen en el contexto de lo fresco y renovado, pues son capaces de encontrar oportunidades en sitios y momentos inesperados, activando su capacidad de admiración y sorpresa para advertir una forma novedosa de hacer las cosas. Esta nueva raza de personas, usan esa flexibilidad natural que tiene su mente para cambiar de contexto y aplicar aquello que su intuición y conocimiento le indican.
 
La creatividad exige tenacidad, un deseo permanente de romper el molde de la realidad, de experimentar fuera de la “caja” que lo contiene, lo cual supone muchas veces ser atacado e incomprendido por su entorno. La tenacidad de los creativos, es rebeldía mental y prudencia táctica, es decir lograr evidenciar una nueva visión disruptiva o renovada de la realidad, con una propuesta motivadora para movilizar su realización.
 
Los que desean experimentar la creatividad, deben dejar sus propias seguridades mentales y creencias fundadas, pasar por el crisol de la contradicción y entender porqué en este nuevo estado, no es posible cruzar el umbral, sin experimentar la crisis. La crisis es un momento de exigencia para superar nuestras propias respuestas y crear el espacio para construir nuevas. Las crisis en sí mismas, son fuentes de creatividad y laboratorios de madurez.
 
Cuando nos enfrentemos a retos, bien sean personales o profesionales, desocupa tu mente, libera tus ansiedades y disponte a abrir tu corazón, para que se abra un canal de esperanza entre la eternidad y el momento presente, y así tu mente se integre con el universo en pleno, con la divinidad soberana y el poder sobrenatural que habita en ti, desate tu mente de sus propios bloqueos y alcances todo aquello que has querido.
 
Cuando somos capaces de abandonarnos en la presencia suprema del Creador, de ese ser personal y sobrenatural, cualquiera sea tu idea de él, y dejamos que su señorío y gobierno habite en nosotros, nuestro deseo de control se apaga, nuestro deseo de seguridad esfuma, pues él nos imprime la revelación y energía requerida para que se materialice en nosotros su creatividad, el impulso divino que nos libera de la zona de confort y nos empuja hacia aguas profundas.
El Editor

Referencia:
POUNDSTONE, W. (2012) ¿Eres lo bastante inteligente como para trabajar en Google?. Ed. Conecta.

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